Los contactos interdentales se vuelven irregulares e incluso de abren, facilitando la retención de alimentos entre los dientes y por ello, la aparición de caries.
Además, la nueva posición de los dientes, dificulta mucho la higiene bucodental y genera espacios en los que se forma sarro con facilidad, favoreciendo la aparición de periodontitis. Esto suele ser especialmente grave en el caso del diente contrario, ya que al erupcionar excesivamente, disminuye la porción de raíz que permanece dentro del hueso, pudiendo incluso presentar movilidad.
La alteración de la posición de los dientes, genera números contactos indebidos durante la masticación, forzando cargas sobre ellos y causante desgastes prematuros. La sobrecarga masticatoria, provoca también un empeoramiento del estado periodontal del diente, generando más movilidad y dolor, llegando incluso a poner en peligro su continuidad en la boca.
Para corregir esta situación, además de reponer el diente que falta mediante un implante dental, debemos también restaurar la relación de mordida a su punto original. Por todo ello, es muy importante que ante la pérdida de un diente, lo restauremos cuanto antes. De este modo, evitaremos, en la medida de lo posible, todos los problemas que puede ocasionar.
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Consecuencias de no ponerse un implante dental
20
Feb
Feb
¿Tengo que ponerme un implante dental unitario? ¿Qué pasa si no me lo pongo?
La pérdida de dientes es una de las mayores preocupaciones de las personas según van pasando los años. Existen diferentes causas y factores por los que se puede caer un diente. Las principales enfermedades que provocan la pérdida de una pieza dental son la caries y la periodontitis, aunque también se pueden dar otros motivos: traumatismos dentales, desgaste de la dentadura, tratamientos inacabados, factores genéticos o hereditarios, etc.
Muchas personas creen que no sucede nada por tener una ausencia en la boca, ya que disponen del resto de dientes y no les impide masticar bien, incluso la estética no se ve alterada en muchos casos. Desde Clínica Dental Dr. Vicente Torres, tu dentista de confianza en Valencia, queremos concienciar de la importancia que tiene reponer un diente perdido, pues las consecuencias de no ponerse un implante dental necesario, pueden ser alarmantes a largo plazo.
Imaginemos que hemos perdido un molar. Durante el proceso de la masticación, los alimentos impactan continuamente contra la encía, por lo que puede dañarla y producir continuas molestias. Se hace difícil masticar por el lado en el que falta un diente, por lo que se tiende a masticar por el otro lado, provocando un mayor desgaste de éste.
Al tener en la boca un espacio vacío, los dientes adyacentes intentan tener contacto con el diente perdido, por lo que comienzan a inclinarse y a cerrar dicho espacio. Del mismo modo, el diente contrario erupciona buscando el contacto correspondiente. Esta movilización de los dientes de manera tan generalizada, puede desencadenar en otros problemas.
Los contactos interdentales se vuelven irregulares e incluso de abren, facilitando la retención de alimentos entre los dientes y por ello, la aparición de caries.
Además, la nueva posición de los dientes, dificulta mucho la higiene bucodental y genera espacios en los que se forma sarro con facilidad, favoreciendo la aparición de periodontitis. Esto suele ser especialmente grave en el caso del diente contrario, ya que al erupcionar excesivamente, disminuye la porción de raíz que permanece dentro del hueso, pudiendo incluso presentar movilidad.
La alteración de la posición de los dientes, genera números contactos indebidos durante la masticación, forzando cargas sobre ellos y causante desgastes prematuros. La sobrecarga masticatoria, provoca también un empeoramiento del estado periodontal del diente, generando más movilidad y dolor, llegando incluso a poner en peligro su continuidad en la boca.
Para corregir esta situación, además de reponer el diente que falta mediante un implante dental, debemos también restaurar la relación de mordida a su punto original. Por todo ello, es muy importante que ante la pérdida de un diente, lo restauremos cuanto antes. De este modo, evitaremos, en la medida de lo posible, todos los problemas que puede ocasionar.
Los contactos interdentales se vuelven irregulares e incluso de abren, facilitando la retención de alimentos entre los dientes y por ello, la aparición de caries.
Además, la nueva posición de los dientes, dificulta mucho la higiene bucodental y genera espacios en los que se forma sarro con facilidad, favoreciendo la aparición de periodontitis. Esto suele ser especialmente grave en el caso del diente contrario, ya que al erupcionar excesivamente, disminuye la porción de raíz que permanece dentro del hueso, pudiendo incluso presentar movilidad.
La alteración de la posición de los dientes, genera números contactos indebidos durante la masticación, forzando cargas sobre ellos y causante desgastes prematuros. La sobrecarga masticatoria, provoca también un empeoramiento del estado periodontal del diente, generando más movilidad y dolor, llegando incluso a poner en peligro su continuidad en la boca.
Para corregir esta situación, además de reponer el diente que falta mediante un implante dental, debemos también restaurar la relación de mordida a su punto original. Por todo ello, es muy importante que ante la pérdida de un diente, lo restauremos cuanto antes. De este modo, evitaremos, en la medida de lo posible, todos los problemas que puede ocasionar.